A. ¿QUÉ ES EL CARISMA DE DISCERNIMIENTO?
Es un conocimiento que infunde directamente el E. S. Esta luz
ilumina de tal modo la inteligencia, que la voluntad no puede dudar del
origen y finalidad Divina o no, de los pensamientos, impulsos, experiencias
o acciones de una persona o un grupo. En el carisma del discernimiento
el conocimiento es inmediato y por eso se habla de una luz interior.
(El carisma de Discernimiento. Jaques Cousteau, pag 19).
Una especie de sentido espiritual que permite captar lo que es auténtico del E S, lo que viene de Él. Un discernimiento tiene, pues, una enorme importancia; permite en efecto percibir lo que viene del Espíritu, lo que es de la carne, lo que emana de las fuerzas de las tinieblas y retener lo que manifiesta la acción del Espíritu. (Los Carismas- P. Philippe OSB Pag 15).
Este carisma se conoce en mociones interiores o en signos físicos. No se trata de una intuición psicológica especialmente para que el Espíritu pueda usarla, se trata específicamente de nociones pasajeras que vienen de la Gracia.
Mientras más unidos estemos al Señor Jesús y más encontremos a nuestro Padre en Jesús, más se desarrolla en nosotros este sentido espiritual sobre nuestra inteligencia y nos ayuda a percibir lo que viene de Dios y lo que le agrada.
A. COMO DISCERNIR EL CARISMA ESPECIFICO
Elementos preliminares:
Damos por hecho que el ministerio
de música existe dando testimonio, con un estilo de vida atractivo
y contagioso. O en su ausencia, que el sacerdote
o servidor con autoridad delegada cumple las anteriores; antes
de pretender la conformación del ministerio y, por tanto, se
deben presentar las siguientes características:
El servidor debe conocer al
aspirante.
Este debe haber tenido un encuentro con Jesucristo vivenciado en su grupo o comunidad, por tanto debe ser reconocido (tener un nivel de fraternidad con la comunidad), capacidad de escucha, que implica sujeción a la autoridad de Dios dada al servidor; oración personal y comunitaria, actitud y aptitud.
Pedir el discernimiento tanto
para el servidor como para el aspirante
El discernimiento tiene que cumplir su función en dos aspectos: cuando el Señor muestra al servidor la necesidad de un miembro más dentro del ministerio y cuando el aspirante siente una invitación propia de pertenecer al ministerio.
Momento de respuesta y ubicación:
Será llamado al ministerio de música cuando el servidor vea en él:
Es muy importante la paz interior en cualquiera de los dos casos ya que ésta representa signo de aceptación de la voluntad de Dios, de amar y desear seguir el camino de crecimiento.
"Por esto, nosotros desde el día que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes y de pedir a Dios que les haga conocer plenamente su voluntad y les de toda clase de sabiduría y entendimiento espiritual. Así podrán comportarse como deben hacerlo los que son del Señor, haciendo siempre lo que a Él le agrada, dando fruto de toda clase de buenas obras y llegando a conocer mejor a Dios". (Col. 1.9-10).
"Procuren hacer lo que agrada al Señor. No tomen parte en las cosas inútiles que hacen los que son de la oscuridad" (Ef.5,10-11).
"No vivan según los criterios del tiempo presente, al contrario cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato y lo que es perfecto". (Rom. 12,2).
"No apaguen el fuego del Espíritu. No desprecien el mensaje de los que hablan por inspiración de Dios. Sométanlo toda a prueba y retenga lo bueno". (1 Tes. 5,19 -21 )
Para discernir debemos evitar la mezcla de los sentimientos puramente humanos y la sensibilidad e impresiones carnales. Debemos ubicarnos en un plano totalmente espiritual, para que el mismo Espíritu muestre la voluntad del Padre.
El discernimiento es la prueba, la verificación de un acto y
de su fruto, el verificar si realmente está orientado a Dios y a
la comunidad. (Tres carismas: Discernimiento, Curación y Don de
Ciencia. René Laurentini)
B. VIDA DE ORACION Y TESTIMONIO
Encuentro
personal con Dios.
Descubrir el amor de Dios padre que envió a su Hijo único,
Jesucristo, para liberar al hombre del pecado, es decir, lo que le impide
ser plenamente, y darle una Nueva Vida a través del E.S.
El encuentro debe ser trinitario. Primero ha de conocer el amor
del Padre: pleno, verdadero, sincero. Este es el rostro
real: Justo, misericordioso, que acoge, que saca de la tristeza,
que conoce la realidad de la vida, que llama por el nombre. (Is.
43)
Dios padre que entregó a su Hijo único como prenda a cambio de nuestra salvación. (Jn. 3, 16-17).
Un encuentro con Jesucristo, que siendo Hombre (porque quiso vivir y sentir como nosotros), mostrando lo que es el pecado y lo que es vivir para Dios. No sólo aceptarlo sino seguirlo y vivir como Él vivió.
Un encuentro personal con el Espíritu que es más que una
fuerza, es una Persona; la tercera persona de la Santísima Trinidad,
defensor y paráclito.
Es el E S quien da la fuerza para entenderlo y vivirlo.(1 Cor
3,16).
Y en el E S se vive la Vida Nueva. (Jn 10, 10b), tener vida en abundancia. Esta vida es un caminar bajo el proyecto de Dios. La regala de Dios Padre en Jesucristo, la cual es la misma Vida Nueva a través del E S. Es aceptar, disponerse, optar por Él, allí está la conversión. Esta conversión se da una sola vez. Todo esto es el kerigma que se recibe en el Seminario de Vida en el Espíritu Santo. ( S.V.E.)
Para los hermanos que no tienen la experiencia del S. V. E. Damos una pauta:
El servidor debe buscar cómo canalizar los sentimientos de las personas que aspiran al ministerio y lo que los atrae a formar parte de él; pueden ser entre otros:
*. El testimonio de otras personas dentro del ministerio de música.
*. El escuchar un canto o una predicación que habla sobre la música como elemento evangelizador y en su corazón hay una respuesta a esa necesidad de explotar su habilidad, más tarde convertida en carisma.
El servidor debe estar en disposición de descubrir en condición está llegando el aspirante a solicitar su ingreso y darle la acogida apropiada.
El servidor debe reconocer las diferentes maneras por las que el aspirante desea ingresar, son fruto de una acción de Dios con la cual recibe a un hijo más en su Reino y que el servidor con la gracia que le da el E.S. (discernimiento espiritual) descubre si el aspirante puede ser elegido dentro del ministerio; ya que como dice la Palabra: Muchos son los llamados y pocos son los escogidos.
Crecimiento
Espiritual por Medio de la Oración
Todo Cristiano que ora asiduamente, en su intimidad, que busca escuchar
la voluntad de Dios, que se despoja delante de Él en respuesta a
su Amor y en su búsqueda de Él mismo, que se deleita en Él.
Irradia al Señor. Este irradiar agrada al Padre, pues ya que
Él es la luz, goza cuando sus hijos destellan lo que proviene
de su corazón reflejando una cercanía y un amor grande a
lo que Él dice en su Palabra.
Lectura
asidua de la Palabra de Dios.
Ha de hacerse bajo una orientación y una metodología adecuada. Podemos seguir la lectura del ordo, en donde la Iglesia nos enseña y nos une con todos nuestros hermanos. Veremos algunos textos de la misma Palabra donde Ella habla de sí misma:
"La Palabra tiene Vida y Poder. Es más aguda que cualquier espada de doble filo, penetra hasta lo más profundo del espíritu, hasta lo más íntimo de la persona y somete a juicio los pensamientos y las intenciones del corazón". (Hb. 4,12)
"Toda escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender. Para corregir y educar en una vida de rectitud, para la que el hombre de Dios está capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien". (2 Tim. 3,16).
"La hierba se seca y la flor se marchita, pero la Palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre". (Is. 40,8).
"Así como la lluvia y la nieve bajan del cielo; y no vuelven
allí, sino que empapan la tierra, la fecunda y la hacen germinar
y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así
también la Palabra que sale de mis labios no vuelve a mí
sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que
le doy". (Is. 55,10- 11).
Eucaristía
Nos recuerda el Concilio Vaticano II que la Eucaristía es la oración perfecta de los cristianos. Como miembros de un ministerio de música no debemos tener esta fiesta como algo opcional en nuestro caminar espiritual, sino que ha de ser algo continuo en donde nuestro carisma crece a los pies del Maestro, alimentándonos de su Palabra, de su Cuerpo y Sangre. Además sin este alimento no hay vida ni ministerio útil.
Música
como elemento canalizador para expresar la oración.
Desde la presencia plena del E S en la vida y el moverse dentro de sí hay una manifestación especial en la oración de aquel que sirve dentro del ministerio de música. Sus labios cantan alabanzas, sus manos interpretan melodías y todo ser se mueve en Él expresando lo que en su corazón hay.
La oración disciplinada, hará llegar al deleite de la
presencia de Él.
No se podrá llegar al deleite en la presencia de Dios si no
hay la necesidad responsable de estar con Él.
Las palabras que decimos con la vida penetran más hondamente
(experiencias propias) que aquellas que sólo pronunciamos. Aquella
oración es camino hacia Dios, hacia nuestros hermanos y hacia nosotros
mismos, enriquecidas con las melodías hacen que los sentimientos
entren en el corazón y fluyan como ríos de agua viva
por todo nuestro ser.
Aquí cabe recordar hondamente las palabras de Jesús ante
la oración:
"Vigilad y Orad para no caer en tentación". (Mc 14,28).
Coherencia
de vida
LO QUE CANTO DEBO HABERLO VIVIDO PRIMERO.
¿Cómo decir que lo que canto no lo he vivido? El canto va cargado de un mensaje bíblico, de una fuerza de Dios, de la Palabra Divina, de exaltación y gozo en el Espíritu, de un testimonio, de un encuentro personal con el Rey de reyes, de la alegría de haber renacido a una vida a Cristo, del deseo que conozcan esto que estoy viviendo: el ser hijo de Dios, así irradiar la gracia del Padre derramada en lo que soy.
Sólo el que canta con la certeza de que está viviendo esa canción puede hacer que el que escucha viva a Dios.